Ayer...
Observase está noche,
no es igual a la de ayer,
es un lugar para pensar,
presiento que me observo
desde el negro diafragma,
emiten voces dentro del cráneo,
me llaman y susurran,
me ordenan hincarme,
luego silencian,
a mis pies ha llegado la sangre,
buscó el origen de la vertiente,
y las palmas están en blanco,
desde aquella muerte abandonada
hasta la del medio día de hoy,
voy tejiendo senderos dolorosos,
desde el primer grito tuve pavor,
era una muerte esperando,
aguardaba en su silla de fuego,
nunca he sacado el cuerpo,
mi cabeza primero adelante,
luego la cinta ondula afuera,
siento mi pesar del que no puede ver,
me congoja el que ve y no mira,
los muertos después de las torturas
ellos ya están sin sed,
las piedras deslizadas enrumban
locas al azar, y embobado te llegan,
me duele el ser que no atisba,
¡Oh desierto y loca la ira!
como en mi tierra los instintos,
como el barro con la rueda que
rodando es el mismo lugar,
como la inteligencia que no se
ejercita, sólo vana gloria,
como las glorias del pasado
que no alimentan, ayer fui,
ayer tuve, ayer...
hoy me conforta el pasado,
mientras mis pies se pudren.
Abraham Guevara
Observase está noche,
no es igual a la de ayer,
es un lugar para pensar,
presiento que me observo
desde el negro diafragma,
emiten voces dentro del cráneo,
me llaman y susurran,
me ordenan hincarme,
luego silencian,
a mis pies ha llegado la sangre,
buscó el origen de la vertiente,
y las palmas están en blanco,
desde aquella muerte abandonada
hasta la del medio día de hoy,
voy tejiendo senderos dolorosos,
desde el primer grito tuve pavor,
era una muerte esperando,
aguardaba en su silla de fuego,
nunca he sacado el cuerpo,
mi cabeza primero adelante,
luego la cinta ondula afuera,
siento mi pesar del que no puede ver,
me congoja el que ve y no mira,
los muertos después de las torturas
ellos ya están sin sed,
las piedras deslizadas enrumban
locas al azar, y embobado te llegan,
me duele el ser que no atisba,
¡Oh desierto y loca la ira!
como en mi tierra los instintos,
como el barro con la rueda que
rodando es el mismo lugar,
como la inteligencia que no se
ejercita, sólo vana gloria,
como las glorias del pasado
que no alimentan, ayer fui,
ayer tuve, ayer...
hoy me conforta el pasado,
mientras mis pies se pudren.
Abraham Guevara
Cada vez me sorprende mas tus composicions es un guto leerte.Es muy poco tacito mi comentario pero ...cuando leeo este poema pienso que el muendo se renoeva cada segundo y solo el ser humano aunque cambia costante mente siempre guardas sus cielos y demonios:eso es humanidad
ResponderEliminarAprecio el comentario del poeta Joven, que es joven, pero sobre todo poeta, las edades se esconden en el conservadurismo que se practica, el espíritu de un hombre será joven hasta que deje de serlo cuando se esfume, un ser humano es eso Mario, es cielo e infierno, o demonios por dentro.
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