DOS
COSAS
Seguirá
el camino escogido
después
de los ganchos y
escogiendo uno y adelante
dejó
la avenida estridente
por
los traspatios marchó
los
inquietos pájaros observaron
en
las veces que finalizo el sendero
las
velocidades del viento en las arterias
le
regresaron y abrió a golpes veredas
a
los tiempos llegados lo atrapó sin voz
era
su boca una desfiguración obscena
con
las cuerdas vocales en artritis
ah
y las manos bejucos secos guindados
estirados
en una sola pieza secos enclenques
los
pies no ellos caminaban y andaban
la
nariz un poco sucia pero aspiraba
y
la boca bueno estaba ya dijimos inmoral
el
ancho de la cara tenias grietas sin aguas
los
pasos continuando en polvaredas
algo
debía de haber que sirviera
no
se tropezó los zapatos y cayeron los pies
y
en las distancias días negros y depresión
¡Pero
qué días de infierno!
una
soga y un horcón en tentación
tiempos
para olvidos llenos de angustias
¡Algo
que de él sirviera del que caminaba!
estaban
los pies ellos eran guiados
de
pronto ¡Los ojos!
no
estaban ciegos veían esos ojos
las
distancias se consumían y
la
hora de llegada cerca anunciaba el lugar
descanso
de pies y de ojos
las
manos no la boca no y la cara tampoco
la
nariz sí ayudó en el andar a como pudo
cansados
los pies cansados los ojos
los
ojos de mucho mirar por infinitos paisajes
los
pies que llevaron a esos ojos por esos
lugares
al
posar en el lugar que era choza de palmas
paredes
de palmas y piso de tierra ¡Tranquilidad!
en
la horizontal tierra el cuerpo se desplomó
y
una risa loca brotó como erupción volcánica
la
música de la montaña curó la intensidad del alma.
Por:
Abraham Guevara Chamorro
No hay comentarios:
Publicar un comentario